Los dos meses con las escayolas han sido más tranquilos de lo que esperábamos,sobretodo porque Víctor lo ha llevado bastante bien y eso ha facilitado mucho las cosas.Si que es verdad que hemos vivido algunos momentos de caos domestico,al igual que días interminables de aburrimiento, pero nada que no se pudiera resolver con una buena dosis de paciencia .
Desde la tercera semana después de la intervención,tal como nos indicó el Dr. Ullot,empezamos a ponerlo de pie para que intentara dar unos pasos.Lo primero era conseguir que aguantase un poco el equilibrio y la postura erguida,algo nada fácil estando enyesado casi hasta las ingles.Además, él tampoco ponía de su parte.Tenía un miedo terrible a caerse y se resistía como una fiera cada vez que le calzábamos las zapatillas de esparto.
Si víctor es cabezón,nosotros somos persistentes y varias veces al día repetíamos el ritual de mantenerlo sujeto unos minutos en posición vertical .También le hacíamos dar unos pasos en plan "robot" sujetándolo por las axilas.Lo de caminar con muletas o con el caminador quedó descartado desde el principio porque vimos que sería una misión imposible.
Marta,su fisioterapeuta,tampoco tuvo una tarea fácil esos días y necesito armarse de paciencia para soportar los gritos de socorro y los numeritos teatrales que montaba Víctor en cada sesión.Menos mal que lo conoce bien y no se deja engañar.
Ahora ya han pasado tres semanas desde que le quitaron las escayolas y estamos de pleno en la fase de recuperación.Una recuperación que será lenta,quizás un par de meses (esperemos...)hasta que pueda volver a andar con normalidad.Para los niños como Víctor, con la afectación ósea y muscular que sufren derivada de la enfermedad,los tiempos y las pautas siempre son diferentes.De momento,las dos primeras semanas hemos empezado poco a poco y sin forzar.Lo primero es recuperar la movilidad de las articulaciones y la masa muscular.Sin prisa,pero sin pausa.
Hace unos días que también ha comenzado a trabajar con Gemma (la fisio del CEM BETULO) en la piscina ,una actividad lúdica que le encanta y que es muy beneficiosa para ejercitar y activar la movilidad de las piernas.
Por ahora el progreso es bueno,aunque ayer en consulta el Dr.Ullot ya nos dijo que le tenemos que dar caña.Hay que ponerlo de pie ya y que comience a dar pasos,contra más esperemos más le costará.El 7 de julio volvemos a tener visita y Ullot quiere verlo caminar. Víctor le ha dicho que sí,ya veremos...
Los primeros días sin escayolas fueron un poco difíciles a nivel anímico.A pesar de que le habíamos advertido, él pensaba que una vez liberado del lastre de los yesos,todo volvería a la normalidad.Incluso nos decía antes de entrar en la sala de curas -"Mañana ya podré ir al cole"-
Cuando se vió las cicatrices y las heridas de las agujas que llevaba en las rodillas se asustó,era algo que no se esperaba.Además tampoco podía mover las piernas y le dolían hasta los dedos de los pies.Pasó unos días muy sensible y traumatizado hasta que fue consciente de lo que había.
Para un niño no es nada fácil asimilar e interiorizar una experiencia como esta,por eso sabíamos que con Víctor en algún momento,el miedo,la rabia y la frustración tendrían que salir por algún sitio.Ahora la fiera ha despertado, esta vez con más genio y rabia de lo habitual.
Si, es cierto que lo conozco bien y paciencia... infinita!! jajaja, pero vamos a por todas para que Víctor camine lo antes posible. Marta.
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